Puno – La crisis en el Colegio de Alto Rendimiento (COAR) de Puno, desatada por la exigencia del Obispo de Juli, Ciro Quispe Lopez, de desalojar las instalaciones en 72 horas y un aumento del alquiler a 52,000 soles mensuales, presenta nuevos giros. Si bien la amenaza de desalojo no se concretó, el gerente general del Gobierno Regional de Puno (GRP), Óscar Macedo Cárdenas, reveló que la vigencia del poder de representación del Obispo Quispe López para las prelaturas de Juli, Ayaviri y Sicuani expiró en setiembre de 2024. Esto imposibilita la renovación del convenio de alquiler, según Macedo Cárdenas, quien añadió que se ha solicitado la actualización de la vigencia del poder.
La situación esta generando preocupación entre los obispos de Sicuani y Ayaviri, quienes, según el funcionario del GRP, han expresado su inquietud y se reunirán próximamente con el Obispo Quispe para tomar una decisión conjunta. Sorprendentemente, estos obispos se mostraron a favor de un incremento del alquiler, aunque propusieron una cifra de 40,000 soles mensuales, muy inferior a la inicialmente solicitada por Ciro Quispe.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste entre estudiantes y docentes del COAR, quienes viven en zozobra tras la difusión de la carta notarial. La falta de claridad sobre el futuro del convenio y la discrepancia entre las cifras del alquiler mantienen la situación en un estado crítico, a la espera de las determinaciones que surjan de la reunión entre los tres obispos. Oscar Macedo, declaró que el Gobierno Regional de Puno se mantiene a la expectativa de las decisiones que se tomen, con la esperanza de una pronta solución que garantice la continuidad educativa de los alumnos del COAR.