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Puno, 27 de julio del 2025 – Esta mañana, se confirmó el hallazgo del cuerpo cercenado de Lisbeth Érica Chañi Marca (25), quien fue reportada como desaparecida el pasado 22 de julio. Sus restos fueron hallados abandonados en diferentes puntos de la ciudad, en una secuencia que evidencia un macabro feminicidio.

Tres puntos de hallazgo

Según la información oficial, partes del cuerpo fueron encontradas en el puente Malcomayo donde estaba envuelto en una saquillo el torso de la víctima, arrojado al río Cutimbo. Mientras que kilometros mas allá, en el puente Cutimbo se ubicaron las extremidades inferiores. Finalmente en Jayllihuaya, estarían otras partes del cuerpo, aún en proceso de identificación.

Uno de los hallazgos más relevantes se dio en la vía Puno – Moquegua, aproximadamente a 15 kilómetros de la ciudad, en el río Cutimbo, donde las autoridades localizaron un costal con restos humanos pertenecientes a Lisbeth.

Principal sospechoso se quitó la vida en su celda

El caso apuntaba desde un inicio a su pareja sentimental, Ronaldo Mamani Lorenzo (26), quien se encontraba detenido en la sede de la DIVINCRI Puno como principal sospechoso de la desaparición. Sin embargo, esta madrugada fue encontrado muerto dentro de su celda, aparentemente por suicidio mediante ahorcamiento con un cobertor.

Antes de quitarse la vida, se reunió con su abogado, Efraín Sullca, a quien le habría confesado el crimen y revelado que descuartizó el cuerpo de su pareja y lo arrojó en distintos lugares para intentar desaparecerla. La gravedad del caso ha provocado conmoción en la ciudad, tanto por la violencia del crimen como por el aparente intento del sospechoso de encubrirlo.

Avances en la investigación

La combi blanca que conducía Mamani, con placa X9E-958, fue hallada en Ilave. Pruebas de luminol revelaron rastros de sangre en el asiento del copiloto y en la parte posterior. El auto rojo de placa V4R-303, estaría en un grifo, podría contener más evidencias o restos humanos. Personal de la Policía Nacional, el Ministerio Público y familiares de la víctima participan en las diligencias del levantamiento de los restos y en el recojo de pruebas.

El crimen ha sido calificado como un nuevo caso de feminicidio en la región altiplánica, generando un profundo rechazo social y demandas de justicia.