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Puno, 15 de julio 2025 – Eduardo González, expresidente de la Federación Virgen de la Candelaria o de Trajes de luces (FEDVIC), expresó su preocupación por el crecimiento desmedido e irregular de conjuntos participantes en la festividad, sin previa consulta a los representantes de las agrupaciones tradicionales.
Según señaló González, el número de conjuntos de caporales aumentó de 12 a 20, al igual que en el caso de las morenadas, sin haber sido aprobado por la asamblea general. Esta situación viene generando malestar entre los presidentes de los conjuntos históricos, quienes consideran que se está perdiendo el control y la esencia cultural del evento.
Este aumento de agrupaciones lleva a evaluar la posibilidad de realizar el concurso de trajes de luces durante dos días. Sin embargo, esto también genera críticas por parte de los organizadores tradicionales, quienes advierten que la medida podría traer mayor desorden y pérdida de identidad.
Eduardo González también hizo un llamado de atención sobre el rumbo actual de la Federación Regional de Folklore. Señaló que, desde las últimas elecciones, la gestión viene presentando irregularidades y falta de transparencia. Además, denunció que algunos acuerdos previos no están siendo cumplidos por la nueva Junta Directiva.
“Se prometió un cambio, pero ya hemos visto que esta gestión venía mal desde las elecciones”, afirmó. “Ahora se están revelando más documentos y denuncias que respaldan lo que advertimos: la celebración de la Candelaria dejó de ser una festividad para convertirse en un simple festival de exhibición”.
El expresidente destacó que, si se deja de lado la fe, la cultura y la tradición, se pierde la esencia misma de lo que fue reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el 2014. “Estamos perdiendo el alma de nuestra festividad”, lamentó.
Así mismo, alertó sobre el riesgo de perder la declaratoria internacional debido a la progresiva comercialización de la festividad. Según detalló, año a año se recaudan grandes sumas de dinero provenientes de auspicios y concursos, pero los recursos no benefician ni a los conjuntos ni al templo religioso.
«En concursos anteriores hubo ingresos cercanos al 1 millón 900 mil soles, de los cuales solo quedaron 20 mil soles que ‘se hicieron agua’. Este año, con 1 millón 400 mil soles recaudados, se gastaron 1 millón 350 mil. ¿Y para qué? No hay promoción real del folclor ni inversión en la preservación del patrimonio”, criticó.
A juicio de González, este manejo financiero refleja una desconexión entre la organización y los verdaderos protagonistas de la fiesta: los conjuntos folklóricos y la comunidad religiosa. “Nosotros somos los que movemos la logística, enfrentamos problemas con migraciones, la SUNAT, Cultura, el municipio y hasta con el Comité de Salvaguarda. Y al final, los laureles se los llevan otras instancias”, concluyó.