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Puno, 09 de julio 2025 – Un grupo de dirigentes y representantes sociales de la provincia de San Román se encadenaron y protagonizaron un plantón en la sede de la Dirección Regional de Salud (Diresa) Puno para exigir la destitución inmediata del director de la Red de Salud San Román, José Luis Mejía Quispe.

La protesta, encabezada por el presidente del Frente de Defensa Unificado de Juliaca (Freduj), Jesús Abarca, denunció una serie de irregularidades y deficiencias que ponen en riesgo la vida y la salud de miles de ciudadanos. Entre las principales acusaciones figura la reciente contaminación del agua potable en el Hospital Carlos Monge Medrano, un hecho calificado como “negligencia grave”, que podría haber tenido consecuencias fatales para pacientes hospitalizados.

“Si no se hubiera detectado a tiempo, hubiéramos tenido muertes masivas. El agua contaminada se utilizaba en cocina, quirófanos y UCI. Y fue el personal de cocina, no los médicos ni el director, quien advirtió el problema”, afirmó Abarca, visiblemente indignado.

Los dirigentes también cuestionaron la falta de camas UCI funcionales. Actualmente, el hospital cuenta solo con tres camas operativas, situación que obliga a referir a pacientes críticos a otros centros, exponiéndolos a un mayor riesgo de muerte en el traslado.

Así mismo, se denunció el incumplimiento de metas de gestión, la paralización de proyectos prometidos para el Cono Sur de Juliaca, y la falta de personal médico y especialistas en los establecimientos de salud de primer nivel.

Los protestantes exigieron al Gobierno Regional de Puno y al titular de la Diresa, Fredy Velásquez Angles, tomar medidas inmediatas. Ante esto, Velásquez Angles informó que se verificará documentadamente cada una de las acusaciones y, de comprobarse responsabilidad, se adoptarán las acciones correspondientes.

Finalmente, los dirigentes anunciaron que, de no ser escuchados en los próximos días, intensificarán sus medidas de lucha, incluyendo encadenamientos en la sede regional, en defensa de la salud pública y la dignidad de la población juliaqueña.