Escribe: Jose Luis Hañari Colquehuanca info@punosinfiltro.oriz.pe
Lampa, 15 de julio 2025 — Tras años de abandono y gestión intermitente, el Museo Arqueológico Histórico Qampaq reabrió sus puertas al público en un acto simbólico que contó con la presencia de autoridades locales, docentes, estudiantes y familiares del profesor Jesús Abad Vargas Quispe, fundador del espacio cultural. El evento se desarrolló con la participación del abogado Heraclides Ojeda Huarilloclla, el regidor Héctor Quispe Coyla, representantes de la UGEL Lampa, así como estudiantes del Colegio Nacional Mixto Juan Bustamante.

El Museo Qampaq alberga una valiosa colección de piezas arqueológicas e históricas de la región. Entre ellas se encuentran objetos líticos y metálicos, cerámica, textiles, ornamentos y hasta un fardo funerario con restos humanos de la cultura Tiahuanaco. Este acervo representa uno de los espacios culturales más significativos de la provincia de Lampa, y su historia refleja tanto el esfuerzo ciudadano por preservar la memoria local, como las dificultades institucionales para garantizar su continuidad.

La iniciativa del museo nació en 1987 cuando el profesor Jesús Abad Vargas lo inauguró en su propia vivienda, donando gran parte de su vida a la recuperación, organización y difusión del patrimonio histórico y arqueológico de la zona. Su labor fue reconocida durante muchos años, hasta su fallecimiento en 2019, dejando un legado de compromiso cultural que hoy inspira a nuevas generaciones.

En setiembre de 2009, el museo fue reinaugurado gracias al apoyo de Caritas Puno y la Fundación Swisscontact Perú. En ese momento fue remozado y convertido en parte del circuito turístico local, dentro de una estrategia regional para visibilizar el valor cultural y económico del patrimonio de Lampa.
Ahora, con la nueva administración municipal provincial, el museo pasa oficialmente bajo el cuidado de la comuna local. Esto implica asumir responsabilidades como el mantenimiento físico del inmueble, la planificación de actividades educativas, la promoción turística y la contratación de personal especializado que garantice una adecuada atención al público.
La reapertura no solo marca un hito importante para la cultura local, sino también un desafío institucional. Las expectativas son altas: que el museo no vuelva a caer en el olvido y que, esta vez, cuente con el apoyo sostenido necesario para consolidarse como un centro de aprendizaje, investigación y orgullo regional.