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Puno – Trabajadores del restaurante tueístico «La Casa del Corregidor», ubicado en la Plaza de Armas de Puno, denunciaron sufrir agresiones físicas y psicológicas por parte de los propietarios del establecimiento.

Marco Rojas, ex trabajador del restaurante y encargado del área de panadería y pastelería desde finales de febrero, presentó una denuncia formal ante la Policía tras sufrir una violenta agresión por parte de los propietarios.

Rojas relató que intentó documentar su asistencia laboral para exigir el pago correspondiente luego de presentar su renuncia inmediata debido al maltrato psicológico que sufría. Sin embargo, los dueños del restaurante le impidieron tomar fotografías del registro de asistencia, agrediéndolo físicamente y dejándole arañazos en los brazos.

«Me han tratado mal, me gritan, minimizan mi trabajo, utilizan palabras denigrantes hacia mi persona y cuando intenté fotografiar el registro de asistencia como prueba para exigir mi pago, la señora me atacó dejándome arañazos en ambos brazos y manos», declaró Rojas.

El conflicto se originó durante una reunión en la que Rojas cuestionó las prácticas laborales del restaurante, incluyendo la exigencia de horas extras no remuneradas, la falta de tiempo adecuado para la alimentación y el trato despectivo hacia el trabajo y conocimientos del personal.

Otros trabajadores del restaurante se sumaron a las quejas y corroboraron las denuncias, señalando un patrón de explotación laboral donde se les exige trabajar horas adicionales sin compensación para poder tomar un descanso y se les obliga a enfrentar un ambiente hostil donde los supervisores «se limpian las manos y quieren que toda la responsabilidad recaiga sobre los trabajadores».

«Nos hacen trabajar horas extras, pero no quieren pagarlas, la modalidad de pago es bajo recibo por honorarios para no cumplir con obligaciones laborales», denunció Rojas.

Tras realizar estas declaraciones en diversos medios de comunicación, en una clara intensión de amendrentar a los jovenes, habrían recibido no una, sino tres cartas notariales de parte de los encargados de dicho «restaurante turístico», documentos en los que instan a dejar de declarar y retirar todo lo denunciado.

Al momento se desconoce si la policía, fiscalía o la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL) han tomado la denuncia y accionado contra la empresa y sus representantes.